Los Jóvenes de México:
De la rebeldía a la razón
¡Que nunca callen las voces de la juventud!

Luis Fernando Hernández González.

“La juventud no es la del que tiene 20 años. Joven es aquel
que se conmueve ante cualquier injusticia en el mundo”.
Juan Gris.

Los jóvenes de México se manifiestan, salen a la calle y lanzan consignas de desahogo, cumplen con el ritual de su tiempo de ser audaces, rebeldes sedicentes, irredentos y desafiantes ante lo establecido y rígido de todo y cada uno de los criterios de comportamiento sobre los cuales estriban los parámetros de la conducción social.

Son los jóvenes de este tiempo los que buscan dejar un testimonio de su presencia ante una sociedad que no da visos de considerar su presencia generacional, motivo por el cual ejercen sus proclamas en actitud de exigencia, desechando lo caduco, lo acartonado, el disimulo y el engaño; buscan con sus exhortaciones imprimir su sentido de claridad democrática, de eficiencia en la información, de justicia inquebrantable por igual en la sociedad, el combate frontal a la simulación política y el respeto irrestricto a la soberana decisión electoral.

Es la misma traslación de cada una de las generaciones, las que en distintos y variadas oportunidades con las que a contado la humanidad entera, las que se han planteado la apertura de nuevas visiones, enfoques y respuestas, en donde los esquemas buscan corresponder a sus respectivos tiempos y momentos, como elemento de una sociedad en permanente compromiso de existencia. A ese compromiso corresponden estos jóvenes.

Con su energía y sangre nueva aprecian contextos anacrónicos que ya no corresponden a una realidad que busca perpetuarse, al contar con elementos de ilimitada velocidad en los medios de comunicación como son hoy en día las redes sociales que auspician el intercambio de diálogos interactivos en miles de jóvenes, a distancia unos de otros, en los que se intercambian puntos de vista y compromisos que de lo virtual pasa a lo real.

Son estos jóvenes, el eslabón consecutivo de cada uno de los tiempos, los que exalta a ésta su generación, lo que ha hecho girar hacia nuevos objetivos superiores la rueda de la historia de esta nación, tonificando y dejando impreso su sentir imborrable en cada una de las etapas de México, así lo demostró la juventud indígena en la conquista, de la Independencia, la de la Reforma, la de la Revolución, la del inmediato pasado contemporáneo, como la de hoy en este contexto moderno, al ser ellos, quienes le imprimen su sello propio, su apreciación ciudadana, al refutar paradigmas que nada les satisfacen en el modelo de conducción que no sienten como propio.

Al ser ellos, los jóvenes, los mismos dueños de su presente, quienes plantean nuevos esquemas de identificación, desechando patrocinios y manipulaciones de falaces protectores, quienes las más de las veces buscan arrebatarles su acción, al ser los jóvenes quienes aportan su energía, su entusiasmo y su imaginación para de esta forma hacer diferentes las cosas.

En los actuales momentos de México, ante un gobierno federal que no despierta esperanza, distante de su población, que propicia la desunión, todos los mexicanos deberemos de ser diariamente el 132 o más, ante el hambre, la desnutrición, la inseguridad, la salud, la incultura, el desempleo, el analfabetismo y el mal gobierno.

Por esa sola razón debemos de darles oportunidad a que encaren su presente, no sin antes recordarle que usted, como yo también fuimos jóvenes con ánimo de cambiar todas las cosas, generar justicia e igualdad entre todos quienes aquí habitamos, en un mundo en el que prevaleciera por siempre la libertad.

Hoy aseveramos que: la juventud no es una etapa más en la vida, es una actitud mental ante las distintas circunstancias de la vida.